Mar Romera, maestra y especialista en inteligencia emocional, o César Bona, profesor de Zaragoza seleccionado entre los 50 mejores profesores del mundo, son referentes para las nuevas generaciones de docentes en España. “A los alumnos hay que motivarles, estimular su creatividad, aguijonear su curiosidad”, es la máxima de Bona. Y Constanza Micaela La Grotteria, maestra de la Escuela Infantil Al Cole, de València, lo pone en práctica cada día en clase. “Te tienes que apasionar con esta profesión y si no es mejor que te dediques a otra cosa porque educamos el futuro», enfatiza esta maestra de 34 años
Coni, como la conocen popularmente, reúne a sus alumnos en una asamblea para trabajar las emociones. «Lo hacemos a través de cuentos, de lo cotidiano… Ponemos nombre a las emociones de forma que los pequeños puedan resolver los problemas que van teniendo. Y si un día están tristes, no pasada nada”, explica.
Con un libro recién publicado que lleva por título El color negro mola, un cuento para educar en valores y en la diversidad, esta maestra apuesta por que los niños sean los protagonistas de su propio aprendizaje. «Se trata de escuchar al niño, ya no hay clases magistrales y las familias están invitadas a participar en este proceso», añade la profesora. Se prepara el ambiente para el aprendizaje y se preparan rincones táctiles, rincones para la lectura…
«Las emociones necesitamos comprenderlas y trabajarlas desde pequeños para darles nombre. Aquí les enseñamos a gestionar la ansiedad, la frustración; no las reprimimos porque expresarlas les ayuda a encontrar el equilibrio», prosige Coni. El desafio en esta etapa de 0 a 6 años no es tanto que aprendan las figuras geométricas como que disfruten en clase y quieran volver
Fuente: https://elpais.com/ccaa/2018/04/25/valencia/1524649926_687635.html